Entre Arzúa y la catedral de Santiago median casi 40 kilómetros y lo más lógico y prudente
es dividir el tramo en dos jornadas haciendo parada y fonda en Santa Irene u O Pedrouzo.
El Concello de Arzúa cede el testigo al de O Pino en un trayecto cómodo, con pendientes
más fáciles y por pistas siempre cercanas a la N-547
Con el segundo día empezando y con las fuerzas recuperadas nos
preparamos para la aventura. Antes de comenzar, con un invento que nos sacamos
de la manga, disponemos de agua caliente para tomarnos un café y salir
calentito. También se utiliza como estufa ya que irradia mucho calor.
Continuamos la aventura hacia nuevos rumbos del camino.
Durante el recorrido varias zonas de descanso se encuentran;
hay uno, en concreto, que tiene un estilo americano con un molino de
decoración.
Bastantes lugares verdes se pueden apreciar.
Mayormente en el interior de los bosques vamos caminando.
No todo era tan bonito, ya que había que empezar a subir un par de metros de
altura.
En otro área de descanso encontramos a un pequeño amigo que
nos acompañó, pero más que nada parecía que disfrutaba más acostado en el
césped que jugando con nosotros.
Al igual seguimos con el camino hacia la meta.
Entre tanto pasamos entre los pueblos que hay durante el
camino.
Seguimos por los bosques
Y cumplimos con nuestros primeros 30,0 km’s
Y seguimos caminando…
Al final, al fondo, encontramos la meta donde teníamos que
llegar.
Siempre a nuestro paso encontramos “caminantes” o
“bicicleantes” que van para Santiago, solo que nosotros volvíamos de él.
Al fin y al cabo, llegamos al pueblo.
Con esto terminamos y llegamos a la meta de Arzúa. Sin antes
añadir que durante el camino encontramos unos animalitos.
Diaryodefotos:
Diaryodealbergues: http://diaryodealbergues.blogspot.com/2012/10/albergue-vialactea.html
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